El templo cristiano concebido y dedicado ritualmente para su uso estable para la Liturgia, se integra como elemento propio de la acción litúrgica de la iglesia, no es un mero sujeto paciente o un pasivo receptáculo. Esta dimensión significativa del edificio de culto cristiano reclama estar presente en su proyección, construcción y conservación. No se trata de proyectar y ejecutar un local donde “quepa” y pueda desenvolverse la acción litúrgica de la iglesia, sino que se trata de que ese lugar sea liturgia, es decir, “signo litúrgico”.
Para conseguir esto, a lo largo de los siglos, los constructores de iglesias han aprovechado tanto la lectura tipológica de la Biblia como el lenguaje “universal” de los símbolos (tanto antropológicos como cosmológicos). El edificio corre el riesgo de carecer de “alma”, de ofrecer un sentido contradictorio con los de la Liturgia cristiana, de estar yuxtapuesto y no coordinado con la vida litúrgica de la Comunidad. Es por esto importante la relación que debe existir entre la comunidad cristiana, los proyectistas, constructores y administradores que velan por su conservación.
Este congreso tuvo lugar los días 9 y 10 de mayo de 2012. Se llevó a cabo en el Auditorio “Eduardo González Velayos” del Colegio de Aparejadores, Arquitectos Técnicos e Ingenieros de Edificación de Madrid (COAATIEM), con la colaboración de la Universidad San Dámaso y la empresa Construcciones Francisco Haro e Hijos.
Entre sus ponentes estuvieron el Catedrático de Literatura Española Medieval de la Universidad Complutense de Madrid, Prof. Don Nicasio Salvador Miguel. La Arquitecto Técnica y Vocal del Colegio de Aparejadores de Madrid, Doña Myriam Fernández Rivero. El subsecretario de la Congregación del Culto Divino y Disciplina de los Sacramentos (Ciudad del Vaticano), Monseñor Juan Miguel Ferrer y Grenesche. Y la Subdirectora de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, Doña Ana de Miguel Cabrera.
El acto fue clausurado por la Directora General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid, doña Laura de Rivera García de Leaniz, y el Presidente del Colegio de Aparejadores, don Jesús Paños Arroyo.
Los directores del Congreso fueron: D. Jesús R. Folgado García y Dª Myriam Fernández Rivero.
La jornada contó con la asistencia de cerca de 100 participantes.